En Educación infantil podemos usar
una infinidad de materiales cotidianos como material didáctico.
Tal es el caso del papel de aluminio,
material al que todos los niños están familiarizados, pero que
podemos presentarlo desde una perspectiva diferente.
El ejemplo que hemos realizado en
clase, es presentarlo como material para realizar una escultura: Con
el molde de nuestro propio cuerpo, usando papel de aluminio, cinta
adhesiva gruesa y tijeras.
Y manos a la obra..
Nos dividimos en grupos y hacemos una
sabana de papel de aluminio, cortando cinco o seis plieges de la
altura del voluntario/a que quiere ser “esculturizado”, unimos
los pliegues uno a uno usando la cinta adhesiva.
Una vez realizada la sábana, el/la
voluntario/a se coloca en una pared, poniendo la postura que desee y
lo/la cubrimos con la sábana de papel de aluminio, fijando está a
la pared por arriba con cinta adhesiva.
Una vez la tenemos fija, vamos
moldeando de arriba a abajo todo el cuerpo, parándonos en los
detalles el tiempo que necesitemos.
Cuando ya tengamos la figura al
completo, reforzamos alrededor de la cabeza, el pecho, los codos,las ingles, las rodillas,...
con cinta adhesiva, para que la forma se mantenga mejor.
Y ya puede salir el/la modelo del
interior, con mucho cuidado para que no se desfigure la escultura,
acabamos pegando el resto de los lados de la sábana de aluminio a la
pared con más cinta adhesiva.
¡Este es el fantástico resultado!
A través del uso de este material
didáctico; el papel de aluminio, el niño se pone en el papel del
artista creando una escultura, conoce mejor el cuerpo humano y sus
partes; el espacio que ocupa su cuerpo, por tanto, el volumen.
También el concepto de construcción,
haciendo y deshaciendo. Desarrollando su motricidad fina, ya que
tienen que modelar la figura lo más detallada posible.
Y todo ello desde un punto de vista
lúdico, en el que el papel de aluminio pasa a ser un juguete
moldeable y sin límites de extensión.
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