Para ello necesitaremos:
- Alginato
- Escayola
- Un baso grande
- Una botella de 2l de plástico, a la que le cortaremos la
parte superior.
- Una cucharilla
- Agua
- Lo primero que hicimos fue verter media bolsa de alginato en
el vaso grande, que utilizamos como medidor.
- Para ello hicimos una marca a la altura que llegó el
alginato.
- Seguidamente pasamos el alginato a la botella de 2l.
- Rellenamos con agua el vaso hasta la medida.
- Vertimos el agua en la botella, sobre el alginato.
- Removimos todo muy bien, lo más rápido que podíamos, ya
que tiene un secado rápido.
- Introducimos nuestra mano con cuidado, sin moverla un par de
minutos.
- Pasados 2-3 minutos movimos la mano poco a poco para dejar
entrar aire, y la sacamos.
- Ya teníamos listo el molde de nuestra mano.
- En el vaso de medidas, echamos agua, esta vez unos dos
centímetros por debajo de la marca.
- A continuación fuimos espolvoreando poco a poco escayola
encima del vaso, para que no nos quedasen grumos, hasta que se quedó
una “islita” flotando.
- Lo removimos bien por si hubieran grumos y lo dejamos reposar
unos 20-30 segundos.
- Vertimos las escayola en nuestro molde de alginato, y le
dimos un par de golpecitos con el molde en vertical, sobre la mesa,
para que no nos quedase aire dentro del molde.
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